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Nov
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La Corriente Estática

Cuando el punto dio lugar a la línea y la línea hizo un círculo, este se dividió en dos partes iguales con una frontera líquida entremedias. Entre las dos orillas se movía una corriente estática, disputada entre polos en un precario equilibrio eterno. Cuando el agua se secaba entre ellas, en la orilla profunda como untarse de lodo, aparecieron formas curvilíneas claras; y en la orilla etérea como enredarse en gasa, se suspendieron partículas oscuras. Con las curvas se podían hacer pinturas de pájaros volando. Con las partículas, patrones infinitos dibujando flores concéntricas. Las plumas hacían flotar el lodo y los pétalos condensaban la nada en rocío.

Del lodo surgieron flores de piedra y altas torres de filigrana que cubrían un suelo de roca viva, cuyas grietas se rellenaban con nubes de azúcar. Las personas globo se desplazaban rebotando entre todo aquello, a veces con tanta fuerza que alguna explotaba.

En el rocío se iluminaron luces verdes, rojas y amarillas intermitentes, que se reflejaban en una superficie lisa como el mármol, esculpida de senderos interconectados plantados de metal poco bruñido. Las personas bastón llevan gafas opacas y se mueven rectas por ellos con agua entre las manos, y en ocasiones tropiezan y se derrama.

Cuando el líquido rebota en el aire de la explosión, se forma una esencia que evoca a lavanda, que se consume en un punto y vuelve la corriente estática a renacer.

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