17
Feb
Off

Bailando con Lobos

Este no es un libro religioso, y sin embargo,
leerlo tiene algo de experiencia religiosa…

Bailando con Lobos (Michael Blake, 1988) es mucho más que una buena novela que luego daría pie, en 1992, a la aclamada y siete veces oscarizada película del mismo nombre, protagonizada y dirigida por Kevin Costner. Estamos ante una buena obra de arte…

En ella, escondida tras una original historia de indios y blancos, respiramos una atmósfera fuertemente espiritual que lo impregna todo sin constituir un tema explícito. Desde la sencillez y cierta ingenuidad (una ingenuidad pura, sagrada, como la de un niño), accedemos a un mundo donde el Gran Espíritu fluye a sus anchas y se nos revela. La armonía con el entorno y la paz con uno mismo, el respeto, la libertad, la naturaleza del alma, lo bello de estar vivo… Todas estas ideas se dan cita en una novela donde lo espiritual está en el cielo, pero también en los hombres y animales, en los bosques, las praderas, en la lluvia y hasta en las rocas.

Cuando en la primera página un sobrecogido John J. Dumbar nos dice ‘‘esto es religioso’’, se nos está revelando ese infinito escondido más allá del papel y de la tinta. Mística tras de la palabra. Solo nos queda ir a su encuentro…

Texto: #Wu; Fotografía: #Xamanb

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